Amanece un nuevo día en la vila del pingüi..., a no que eso es en la Araere y el Doctor Slum. Bueno, pues amanece en Matsuyama y hoy toca visitar un castillo del lugar en la cima de la montaña, pero tranquilos que no subiremos a pie, utilizaremos o bien las sillas o la cesta voladora.
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Las sillas voladoras |
El castillo es uno de los mejor conservados del país, aunque sin el
chino cudeiro pierde mucho.
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El castillo de Matsuyama |
Después de la visita bajamos, esta vez a pie, la montaña y cogemos un tranvía dirección a Dogo Onsen o eso creíamos, porque si el lugar tiene cuatro líneas de tranvía y tres pasan por el Dogo, pues adivinad que el nuestro no era de los agraciados. Subsanado el error 3 paradas más allá,
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Esos jodíos tranvías |
logramos llegar a nuestro destino y visitar un templo de la ruta de los 88, el cual está al final de una eternidad de escalones, como aquellos que salían en la mítica serie de los años 79/80 "Frontera azul" y que Chin-lu, el protagonista, no paraba de subir.
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Templo |
El templo merece la pena, aunque creo que tendré que destruir mi camiseta o venderla como arma bateriológica de lo empapada en sudor que quedó. De retorno a la civilización, hora de la comida: una hamburgesa en un garito muy zen y tradicional, sentados en los suelos de tatami y con jardincito al fondo.
Con renovadas energías seguimos camino dirección la estación y a que no sabéis qué pasó, que si de cuatro líneas de tranvía y tres pasan por la estación, pues será por el jodío murphi o que aquí los conductores de tranvía son unos cachondos, que el nuestro se fue para donde le dio la gana. Subsanado el error dos estaciones más tarde, llegamos a nuestro destino.
Un par de horas después nos encontrábamos visitando un pueblecito llamado Uchiko, que estaban en fiestas, muy bonico todo y a parte tiene una callecita con las casas a lo pueblecito ninja y también nos picaron los famosos mosquitos ninja que son primos hermanos de los mosquitos tiger españoles.
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De Fiesta |
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Cuidado con Ninjas |
De retorno a Matsuyama y después de una merecida ducha, nos fuimos a uno de los delites de este viaje, A CENAR. Nos metimos en un garito de pinchos al estilo local y, sin quererlo, organizamos nuestra propia "October fest". Aquí queda el aporte gráfico.
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A dos manos y no son pequeñas |
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Algunas fotos más del día 3
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El sustituto del chino cudeiro |
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Mis pies no caben y todo para no destrozar el suelo del castillo |
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Dónde andará el chino cudeiro |
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Como no estaba el chino cudeiro, a la salida del castillo nos lo dieron para consolarnos |
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Más de Uchiko |
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Otra más de Uchiko: los de dentro son de mentira, son muñecos |
Chuches doraimon que gracia....
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