Bienvenid@s a nuestro blog

Te invitamos a que nos acompañes en nuestro viaje a Japón 2012. Esperamos disfrutar igual o más que en 2009 .
Y aquí te lo contamos...

jueves, 9 de agosto de 2012

Día 2: Había una vez una princesa llamada Matsuyama

Lo sentimos, pero este post está escrito 3 días después de los acontecimientos descritos y desde la distancia las cosas cambian. Al menos aún seguimos en la isla de Shikoku, que es donde hemos conocido esta agradable ciudad: Matsuyama.
¿Por qué Matsuyama, si lo que teníamos pensado hacer era movernos por la península de Kii, al este de Osaka?
Pues porque, ni cuando llegamos al hotel en Osaka, muertos de agotamiento, ni tampoco de buena mañana localizamos alojamiento disponible, dentro de nuestro presupuesto, en ninguna de los posibles lugares de interés.
Así que, haciendo uso de la socorrida cadena Toyoko-inn, dimos con una habitación libre en esta ciudad, a la que llegamos después de un Shinkansen hasta Okayama y un tren expreso que paraba en muchos más pueblitos de lo que pensábamos.
Desde la estación quedaba un buen paseo con las maletas a cuestas hasta el hotel (la sudada fue gloriosa en esta ciudad costera con más de 30 graditos) y tras alojarnos fuimos directos al Dogo Onsen, que es una de las excusas para visitar Matsuyama.

La experiencia de un onsen público
En nuestro viaje de 2009 estuvimos en varios onsen, pero se ubicaban dentro de los alojamientos elegidos. Visitar un onsen público y súper popular, como el Dogo Onsen, tenía doble puntuación.
Aquí cada cual que cuente su experiencia, porque hombres y mujeres son rigurosa y escrupulosamente dirigidos a estancias separadas.

Decisión que no es natural, pero sí cultural. Y seguro que algún problemilla ha habido por no respetar esta norma, ya que las paredes del onsen lucían gráficas imágenes de advertencia ante situaciones y actitudes no permitidas.
Si en algún momento del viaje la buena costumbre de "allí donde fueres haz lo que vieres" se convirtió en mantra fue aquí. Así que mujeres con niños/as a un lado, hombres con niños (y sorpresivamente niñas) al otro. Y una vez se accede, es fácil dejarte llevar. No hay pudor, sino complicidad. La vergüenza es incompatible con el disfrute. Mujeres solas o acompañadas de amigas o niños, todas cumpliendo una tradición centenaria: la ropa en las taquillas, la limpieza previa con bien de jabón en las duchas a ras de suelo que rodean el baño, sentadas en los taburetitos, con los cuencos de madera bajo los grifos y los espejos forrando las paredes. Y en el centro, la gran bañera, de agua bien caliente y relajante.
El onsen femenino de Dogo es de granito, con una fuente central de la que salen cuatro grandes chorros de agua caliente.
Y, siguiendo con el dicho, tras observar que varias mujeres se colocaban haciendo que el chorro cayera directamente en sus cervicales, procedí a imitarlas. Sin palabras...
En estas estaba cuando una viejecita se adentró en el onsen y comenzó a dirigirse lenta pero decididamente al chorro que yo había elegido para beneficiar mis maltrechas cervicales. No necesitaba mirarme. Los años mandan: bien se chocaba conmigo o bien dejaba libre el espacio en el que la viejecita casi alcanza el éxtasis tras varios minutos de masaje en la espalda, el pecho y la frente.
Enfin, ¿cómo ese otro dicho de que "Cuando seas mayor comerás huevos fritos?". Pues eso.
Al salir necesité otra ducha, esta vez casi fría: notaba que la tensión había bajado más de la cuenta debido a la humedad y el calor, pero la experiencia fue estupenda y muy recomendable.
Como es evidente, no hay fotos de esta experiencia, pero aquí os dejamos la de la fachada principal de este edificio que ya a finales del siglo XIX visitó Botcham (Natsume Soseki, 1906) y que inspiró el onsen del anime "El viaje de Chihiro".
Un breve apunte más para destacar la vida nocturna de Matsuyama: fue una agradable sorpresa descubrir la zona de garitos y restaurantes entre el hotel y las galerías comerciales.
Fachada Dogo Onsen (Matsuyama)

Fachada Dogo Onsen (Matsuyama)

3 comentarios:

  1. ¿Y por qué no hay fotos? jijiji
    Por cierto, Juanjo, en esta foto tienes una cara de japonés... a eso se le llama adaptación total, eh?
    Un besazo a los dos y seguid disfrutando y haciéndonos disfrutar con vuestras aventuras :D

    ResponderEliminar
  2. fotos de dentro nos epueden hacer que estan todo el mundo en pelotitas jajajaja, si es verdad me han pedido si queria entrar en la liga amater de sumo jajajaja.
    un beso

    ResponderEliminar
  3. jeje... por eso lo decía... jeje :)

    Lo del sumo no, exagerado! Pero en la foto has quedado con los ojos "achinados"? "ajaponesados"?

    ResponderEliminar

Cuéntanos qué te ha parecido